miércoles, 11 de noviembre de 2009

homosexuales en formación





Derribemos algunas falsas creencias que se tomaron como verdaderas durante mucho tiempo. Y que todavía siguen confundiendo.Aunque siempre se habla que vinieron los nuevos tiempos, para muchos la cosa no es así. Sigue habiendo quienes marchan con el prejuicio adelante. Aún hay aquellos a los que todo les parece muy bien siempre y cuando todo quede dentro de ciertos parámetros, la heterosexualidad por ejemplo. La base de ese comportamiento suele vincularse a los propios temores, por eso se habla de homofobia y muchas veces va acompañado de un puñado de falsas creencias acerca de la homosexualidad. A ellas:1 - Ser homosexual es "anormal": falso. Hay quienes dicen ser tolerantes frente a las diferencias, pero consideran que ser homosexual no es normal. Lo cierto es que ser homosexual es la elección de una orientación sexual, ni más ni menos que eso, y no tiene nada que ver con la normalidad o la anormalidad. La homosexualidad no provoca "anormalidades" psicológicas o físicas, ni es causada por ellas.2 - Si es una opción sexual, puedo elegir otra: falso. La homosexualidad es una elección en tanto somos libres de ejercerla, pero al mismo tiempo no lo es. Es más bien un impulso que surge desde algún lugar profundo de nuestro ser, más allá de una elección racional. No es como elegir nuestro color preferido. En todo caso, la elección pasa por vivir una vida consecuente con ese impulso. Ser abiertamente gay o vivir ocultándolo, puede ser una elección. Y en sociedades en las que el prejuicio es moneda corriente, es una elección difícil.3- La causa de la homosexualidad está dada por una mala crianza o por familias disfuncionales: ¡falso! Los gays y lesbianas, igual que los heterosexuales, crecieron en todo tipo de familias. Ninguna investigación logró de manera concluyente establecer un vínculo entre la homosexualidad y los conflictos familiares.4- Los homosexuales no tienen parejas estables: requete falso. Existen muchísimas parejas homosexuales duraderas. En todo caso, se enfrentan a dificultades similares que las parejas heterosexuales a la hora de construir una relación que perdure muchos años.5- Los homosexuales "acosan" a gente de su mismo género: cualquiera. Como si no compartieran las reglas de comportamiento en sociedad, muchos aseguran que los gays andan por la vida buscando la oportunidad para arrinconar a alguno contra la pared en busca de sexo. O que las lesbianas mueren, casi indiscriminadamente, por acostarse con cualquier mujer (basta que sea mujer). No es cierto. Hay tantos homosexuales tímidos, como los hay entre los heterosexuales. La posibilidad de ser directos en un levante depende, como suele suceder en cualquier boliche, del interés que pueda mostrar el otro. Recordemos que los acosadores y los violadores son en su mayoría heterosexuales. Y así como a las mujeres heterosexuales no les da lo mismo cualquier hombre, a una chica lesbiana no le gustan todas las mujeres.A ver si empezamos a dejar de lado tanto prejuicio...

Adolescencia y Diversidad...

La adolescencia ha sido considerada como el periodo de transición entre la niñez y la edad adulta, definición que ha sido cuestionada...
Para iniciar veamos la importancia y significado del título del presente artículo; si bien es cierto, la adolescencia es una etapa de crisis física, existencial y más aún de identidad, añadámosle a esto el hecho de estar bombardeados por tanta tecnología, tendencias, grupos urbanos, modas, y vicios.
La adolescencia ha sido considerada como el periodo de transición entre la niñez y la edad adulta, definición que ha sido cuestionada, puesto que concibe esta etapa, como el periodo puente que conlleva a una simple transformación entre dos períodos de la vida, omitiendo que es una etapa de desarrollo específica e importante en donde surgen una serie de cambios tanto físicos y psicológicos como sociales; generando en quienes la experimentan confusión y tensión, ya que este proceso de transformación propicia en los(as) adolescentes sentimientos de temor e inseguridad propios de todo cambio, ya que no sólo deben asimilar la pérdida de su cuerpo de niño(a) y la separación de los padres, sino que además se enfrentan al reto de conquistar su autonomía y una identidad personal.
De esta forma podemos mencionar que la adolescencia es un proceso que surge en medio de la historia de vida de una persona, en dónde se experimentan una serie de cambios que permiten la consolidación de la identidad de los individuos.
El inicio de la adolescencia se encuentra enmarcado por cambios biológicos como: el peso, la estatura, los tonos de voz, entre otros; y finaliza cuando, además de haber concluido el proceso de desarrollo y crecimiento físico, la persona asume responsabilidades asignadas socialmente a los (as) adultos(as), entre ellas una profesión u ocupación: trabajo y/o familia. De este modo, el momento en que termina la adolescencia no depende únicamente de factores biológicos, sino de factores socioculturales.
Ahora bien, un aspecto importante de la adolescencia, es la instauración de la identidad; ya sea desde la preferencia sexual (bisexual, heterosexual, homosexual), partido político, ideología religiosa y sub-cultura (punk, emo, ska, entre otros) a la cual pertenecerá en su vida; añadámosle a esto, el hecho de la presión social por ser “normal” o “educado” como lo llaman muchos “adultos conservadores” e incluso los mismos adolescentes, los cuales privan al adolescente de disfrutar y crecer plenamente en todos los ámbitos, atándolos a un “que dirán” y a un “debes de”, lo cual les aleja del tan valioso “me gustaría” y del “yo quiero”.
Pues bien, lo que ocurre con esta época moderna es lo siguiente, a cada instante, surgen nuevas tendencias en la moda, nuevos grupos sociales, nueva tecnología. Y los adolescentes, como ya se vio, desean una autonomía e independencia; buscan un grupo con quien identificarse, solo el acto de querer identificarse o tener algo, representa una gran carga emocional, ahora, la imposibilidad de lograrlo muchas veces, representa la otra gran carga, y sin contar la imposición que representan la sociedad, la religión, la política, la educación, la familia, y hasta los mismos adolescentes.
Si bien es cierto, se ha mencionado la gran carga que tiene el adolescente actual, la gran pregunta sería, ¿qué han hecho los mismos adolescentes por minimizar esta carga?; a lo que me refiero es, hemos visto como dentro de la misma adolescencia discriminamos o nos hacemos subgrupos por ingreso económico, por condición física, por preferencia sexual, entre tantas otras, que la lista se haría bastante extensa.
Es cierto, como todo grupo social, se necesita diversificación y la creación de sub grupos, pero, donde queda el respeto, la igualdad de oportunidades, la tolerancia y los valores que como seres humanos deberíamos tener.
Para terminar, los adultos de hoy fueron adolescentes, los adolescentes de hoy serán los adultos del futuro, los niños serán adolescentes y tendrán que vivir los mismos cambios y todos han y están pasando por lo mismo. Es momento de un cambio de actitud, es momento de vivir una diversidad en la adolescencia con respeto, sin importar tu raza, tu género, tu sexo, tu educación, todos tenemos y tienen derecho a vivir y disfrutar cada etapa de la vida tranquilamente, siendo autónomos, originales y dinámicos.
Recordemos que como seres humanos, tenemos responsabilidades y derechos; la gran ventaja que tiene el adolescente actual es su dinamismo, intelecto e ideales innovadores, capaces de lograr grandes cambios. El adolescente tiene en sus manos el futuro de su vida, y es momento de llevar al máximo nuestro potencial y aprovechar cada una de nuestras cualidades; demostrándole al resto de las personas que nos rodean, que somos importantes, que tenemos ideales y que podemos conseguirlos con nuestro esfuerzo.
Al fin de cuentas, la adolescencia no es tan mala como la pintan, es una etapa donde vamos a convertirnos en lo que verdaderamente queremos ser, una etapa donde podemos vivir y disfrutar sanamente nuestro desarrollo, es en realidad una etapa de diversidad en nuestra sociedad y en nuestra propia vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario